Los componentes del perdón
“Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes”. (Juan 13:15)
La renombrada serie de artículos «Forgiveness. Theory, Research and Practice» [Perdón. Teoría, investigación y práctica], editada por los expertos McCullough, Pargament y Thoresen, revela los componentes del perdón que son claves para nuestro bienestar emocional. ¿Quieres conocerlos?
1. Reconoce el daño
Enfrenta el dolor, ya sea físico, psicológico, sexual o verbal, directo (percibido hacia ti mismo) o indirecto (percibido hacia un familiar, amigo, compatriota, etc.). Identifica la fuente del daño.
2. Comprométete a perdonar
Después de sufrir, elige entre la venganza y el perdón. Analiza las ventajas y desventajas, y toma el control de tu bienestar emocional. Descubre el poder transformador que está en tus manos.
3. Cultiva pensamientos y afectos positivos para tu paz interior
Explora cómo tus creencias y sentimientos influyen en tu capacidad para perdonar. Practica la empatía, reconociendo que todos somos propensos a ser ofendidos y ofensores.
4. Materializa el perdón a través de tus acciones
Haz que el perdón sea tangible. Alinea tus acciones y palabras con tus decisiones, pensamientos y emociones. Demuestra compasión y empatía hacia el ofensor a través de tus acciones.
Descubre las enseñanzas prácticas de la Biblia, repleta de referencias y ejemplos, que ofrecen orientaciones valiosas para todos los componentes del perdón. Déjate inspirar por el mayor ejemplo de perdón: Cristo. Su disposición a perdonar a un mundo que lo despreció, insultó, golpeó y, finalmente, crucificó, es un faro que te guiará hacia una nueva dimensión en tu bienestar emocional.
“Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos. Él nunca pecó y jamás engañó a nadie. No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia”. (1 Pedro 2:21-23)
Hoy te invitamos a reflexionar sobre el ejemplo de Cristo, especialmente en las horas previas a su crucifixión. Observa cómo identifica a los ofensores, reconoce la gravedad del daño y ofrece una oración intercesora de perdón, revelando sus sentimientos más profundos. ¡Descubre el perdón como nunca antes lo habías experimentado!